Desde hace 2 años, Verónica Agis tuvo la inquietud de recolectar tapas de plástico, como hacen otros países europeos, porque quería juntar dinero para ayudar a niños que padecen de cáncer.
En su investigación, descubrió que en la Ciudad de México había una asociación dirigida por Edgar Cabrera que justamente recolecta tapas, por lo que ella se unió y comenzó a hacerse cargo del “Banco de tapitas” en el sur del país.
Esta actividad ha ido creciendo con el apoyo de más gente y algunas asociaciones, e incluso hoteleros, que logran recolectar diariamente 5 cajas de 10 kilogramos cada una. Actualmente, gracias a este método, se ayudan a más de 100 niños a nivel nacional y 5 de la ciudad de Cancún.
Hay varios beneficios con esta acción. Un de ellos es tener una ciudad más limpia. Otro es que con el material recolectado se crean juguetes y artículos de plástico reciclado los cuales se ponen en venta para juntar dinero y, de esta manera, se benefician a las familias de los pequeños pacientes que necesitan pagar transporte, hospedaje, alimentos, medicamentos y quimioterapias.