Nuestra industria es innovadora

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Gerardo Pedra Rocha, presidente de la Sección de Recicladores de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC)

Tuvimos la oportunidad de conversar con el presidente de la Sección de Recicladores de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC), Gerardo Pedra Rocha. Estas son sus impresiones sobre la pandemia del Covid-19 y de las prohibiciones que empezaron a principio de este año.

Revista MP:¿Cómo afectará a largo plazo la pandemia a la industria del plástico?

Gerardo Pedra: Esta emergencia sanitaria nos ha afectado a todos, a nivel nacional e internacional. En México, todas aquellas empresas que fueron consideradas como “no esenciales” fueron sin duda, las primeras en resentir los impactos negativos. Para la industria del plástico, fue un momento de gran incertidumbre, ya que es una industria vital para el funcionamiento de otras industrias que sí fueron consideradas como “esenciales”, pero al no estar en esa lista de esenciales, fueron tiempos complicados.

La industria del plástico en todo momento ha reiterado y recalcado una y otra vez su compromiso en primer lugar con la salud de los mexicanos, al brindar productos que pueden ayudar a disminuir los contagios, ofreciendo productos inocuos, desechables y promoviendo su correcto manejo.

La pandemia nos ha demostrado que la adaptabilidad es un factor clave de la supervivencia. En el caso de los plásticos la pandemia ha puesto un freno a las presiones sociales y ambientales sobre su regulación, pues se ha convertido en un elemento clave para atender las necesidades básicas de la población de salud y alimentación.

La industria del plástico es innovadora, ajustándose a estos tiempos. Varias empresas reajustaron sus líneas de producción para fabricar productos más demandados a raíz de la pandemia. Otras continúan apoyando la cadena de distribución de alimentos, así como la de construcción, de transporte, y una larga lista donde los plásticos son esenciales.

Más que afectar a largo plazo, se debe pensar en cómo va a reaccionar la industria para realzar el papel positivo que ha tomado el plástico en esta nueva normalidad y que la prohibición no es el camino para una industria de tanto valor. Es necesario pensar en regulaciones y políticas incluyentes y colaborativas que realmente se enfoquen en impulsar la economía circular desde el ámbito político, social y empresarial.

MP. ¿Crees que ya se puedan ver cambios?

G.P. Los cambios son evidentes para los miembros de la industria plástica, pues ellos realmente fueron parte del impacto favorable que tuvieron estos productos para atender la contingencia sanitaria, sin embargo, es necesario expandir estos mensajes a otros sectores de la población. Para lograr cambios reales, es necesario abonar en la percepción positiva sobre la industria de los plásticos ante todos los actores involucrados, incluso la población.

La pandemia es una oportunidad para que la industria lleve un mensaje catalizador sobre insumos que durante años ha sido satanizada, hablar de cuántos hospitales pudieron funcionar por los insumos de plástico, cuántos restaurantes pudieron sobrevivir gracias a los insumos de plásticos para vender alimentos para llevar, cuántos medicamentos pudieron ser trasladados a zonas remotas, estos son los verdaderos agentes de cambio que ayudarán a mantener la industria vigente.

MP. ¿Cuál sector, dentro del rubro del plástico, se verá más beneficiado con la pandemia?

G.P. En toda crisis se presentan oportunidades, y está en cada uno de nosotros entender eso y hacer los ajustes necesarios con una visión integral y sustentable.

Sin embargo dos sectores en los que los insumos de plástico tuvieron mayor relevancia son salud y alimentación.

MP. ¿Crees que las prohibiciones en México se mantengan una vez que acabe la pandemia?

G.P. Sería importante entender que esta pandemia muy probablemente no será la última que atestigüemos.

Los riesgos son latentes, así como las consecuencias sociales y económicas que conllevan.

Nuestras autoridades y legisladores necesitan preparar a la sociedad para futuras contingencias y definitivamente las prohibiciones a productos plásticos dificultarán las condiciones para que la sociedad cuente con las herramientas para hacerles frente. 

Lo que estos tiempos nos muestran es que las prohibiciones a productos plásticos deberían estar prohibidas. 

Ninguna prohibición acaba con el problema, que en este caso es el mal manejo de residuos. Ahí es donde debemos enfocar nuestros esfuerzos, como sociedad, como autoridades y legisladores, académicos, para implementar un robusto sistema de buen manejo de residuos que comienza con la correcta separación de los mismos. 

El esfuerzo debe basarse en la educación ambiental, sin promover mitos, concentrándonos en la realidad, los beneficios de los plásticos y la visión sustentable.

La regulación contra los plásticos será un tema que no saldrá de la agenda gubernamental, sin embargo, en estados como Morelos la aplicación de Ley de Residuos Sólidos y de la Ley de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente han aplazado hasta fin de año la aplicación de la prohibición de plásticos y han comentado que se evalúa una prórroga mayor dependiendo el curso de la pandemia.

La industria se encuentra en un momento decisivo de generar acciones de interlocución con los gobiernos para evaluar que los plásticos no es una industria que debe prohibirse sino regularse. Pero una regulación orientada a generar iniciativas corresponsables que abonen por promover una cultura ambiental, el reciclaje y la economía circular y creando espacios que favorezca estás acciones.