En 2022, los mercados de benceno, aromáticos y octano de América del Norte experimentaron una alta demanda y precios debido a una serie de factores, como la disminución del inventario de gasolina, conflictos internacionales y eventos climáticos. La oferta se vio afectada por la falta de producción de benceno en unidades TDP y STDP y la pérdida de capacidad de refinación debido a la tormenta de invierno Elliott.
En 2023, las expectativas apuntaban a una repetición en menor medida de la situación del año anterior, pero el desempeño ha sido inferior. Las tasas operativas de las refinerías no han alcanzado niveles óptimos, el inventario de gasolina ha disminuido, y la demanda de poliolefinas ha afectado las tasas de operación de los crackers. Además, las importaciones de benceno se han visto obstaculizadas por altas tarifas de flete y falta de suministro.
Para cerrar los balances de oferta y demanda, se necesita aumentar la producción de benceno, pero las limitaciones en la producción y exportación de estireno dificultan esto. Las importaciones no son suficientes para cerrar los balances, y la única opción viable es reducir la demanda de benceno mediante la destrucción de la demanda o el uso de etilbenceno como componente de mezcla de gasolina.
El sentimiento para el segundo semestre de 2023 es bajista, y las proyecciones de crecimiento económico, especialmente en China, han disminuido. La incertidumbre global y el aumento de las tasas de interés del Banco Central también afectan los mercados.
En conclusión, el futuro del benceno en América del Norte es incierto, y la dinámica del mercado y factores externos determinarán si habrá un auge o una caída en los precios y la demanda de benceno y productos aromáticos.
