Un equipo de investigadores de la Universidad de California, Berkeley, ha desarrollado un proceso catalítico revolucionario que transforma los residuos plásticos más comunes, como el polietileno y el polipropileno, en sus bloques de construcción básicos: hidrocarburos. Esta innovación, que utiliza catalizadores sólidos de bajo costo, podría marcar el inicio de una economía circular para los plásticos, reduciendo así la dependencia de los combustibles fósiles.
El proceso químico degrada eficientemente los polímeros plásticos, convirtiéndolos en precursores químicos que pueden ser reutilizados para fabricar nuevos plásticos. Esto representa un avance significativo en la búsqueda de soluciones sostenibles para la problemática de los residuos plásticos.
Transformación de los residuos plásticos
El proceso catalítico funciona con los dos tipos de plásticos más comunes en el flujo de residuos: el polietileno (usado en bolsas plásticas de un solo uso) y el polipropileno (presente en envases, jarras de leche y recipientes para microondas). Este enfoque permite degradar eficazmente una mezcla de ambos tipos de plásticos, un logro que no se había alcanzado hasta ahora.
Si se logra escalar, este proceso podría ayudar a implementar una economía circular en la que los plásticos de un solo uso sean convertidos nuevamente en los monómeros originales utilizados para fabricar nuevos polímeros. Esto reduciría significativamente el uso de combustibles fósiles en la producción de plásticos.
Impacto en el reciclaje de plásticos
Los plásticos de polietileno y polipropileno constituyen aproximadamente dos tercios de los residuos plásticos postconsumo a nivel mundial. De estos, solo un pequeño porcentaje es reciclado, mientras que el resto termina en vertederos, es incinerado o se convierte en microplásticos que contaminan los océanos.
Este nuevo proceso tiene el potencial de cambiar esa dinámica. Al descomponer los polímeros en sus monómeros básicos, como el propileno, estos pueden ser reutilizados para fabricar nuevos plásticos, reduciendo así la necesidad de producir más materiales a partir del petróleo.
John Hartwig, profesor de química en UC Berkeley y líder de la investigación, explicó que este avance es clave para lograr una mayor circularidad en el reciclaje de plásticos. “Hemos logrado algo que antes parecía imposible: tomar objetos cotidianos hechos de polietileno y polipropileno y devolverlos a sus monómeros originales mediante reacciones químicas que hemos desarrollado”, dijo Hartwig.
Un enfoque más eficiente
El equipo de investigación, que también incluye al ingeniero químico Alexis Bell, ha reemplazado los costosos catalizadores metálicos utilizados en experimentos anteriores por otros más económicos y duraderos, como el tungsteno y el sodio, que son ampliamente utilizados en la industria química.
En su nuevo enfoque, los catalizadores sólidos logran descomponer las largas cadenas de carbono de los plásticos, permitiendo que se conviertan en gases como el propileno e isobutileno, que son reutilizables para fabricar nuevos productos plásticos. Este proceso es más eficiente que los intentos anteriores y podría ser escalable para manejar grandes volúmenes de residuos plásticos.
Hacia un futuro más sostenible
Aunque aún queda trabajo por hacer, este avance ofrece una solución prometedora para reducir el impacto ambiental de los plásticos. Si bien muchos científicos abogan por rediseñar los plásticos desde cero para que sean más fáciles de reciclar, los plásticos actuales seguirán siendo un problema durante décadas. Este proceso brinda una vía para manejar los residuos existentes de manera más efectiva y sostenible.
Hartwig concluye: “No podemos eliminar los plásticos de polietileno y polipropileno de inmediato, pero si podemos hacer que su reciclaje sea más eficiente, habremos dado un gran paso hacia una economía circular”.