Un nuevo informe de la consultora Wood Mackenzie sugiere que la demanda mundial de plásticos podría reducirse en un 30% en un escenario donde el mundo logre la meta de emisiones netas cero para 2050. Titulado ‘Demanda de productos químicos en un escenario de 1.5°C’, el informe explora tres posibles resultados para los sectores de energía y recursos: el escenario base, los compromisos previos a la COP28 y un escenario de emisiones netas cero para 2050.
En el escenario base, Wood Mackenzie estima que la demanda total de plásticos (vírgenes y reciclados) podría crecer hasta alcanzar 880 millones de toneladas para 2050, impulsada principalmente por el uso de empaques de un solo uso y productos de consumo.
Sin embargo, en el escenario de transición energética acelerada, que busca limitar el calentamiento global a 1.5°C, la demanda total de plásticos podría disminuir en un 30% en comparación con el escenario base. Solo la producción de plásticos vírgenes se reduciría en un 35%. Europa sería la región con la mayor disminución en la demanda de plásticos vírgenes, con una reducción de aproximadamente el 65%. Le seguirían América del Norte con una disminución del 40%, China con el 30%, América Latina con el 25%, Asia (excluyendo China) con el 20%, y Medio Oriente y África con alrededor del 10%.
Los sectores más afectados en este escenario serían el de empaques y productos de consumo, con una disminución en la demanda de un 40% y 30%, respectivamente. También se prevé que los sectores de construcción, textiles y materiales industriales vean una reducción significativa en la demanda de plásticos.
El informe destaca que los mecanismos de eliminación apoyados por la legislación, como la directiva de la UE sobre embalajes y residuos de embalajes (PPWR), prohibirían ciertos productos plásticos de un solo uso, como empaques y contenedores para llevar. Además, los mecanismos de sustitución impulsarían el uso de alternativas circulares y sostenibles a los plásticos, mientras que los productos reutilizables y recargables reducirían el consumo de materiales de un solo uso, afectando así la demanda total.
La demanda de polímeros vírgenes podría reducirse aún más a través del reciclaje mecánico, aunque para ello se requerirían sistemas adecuados de gestión de residuos y tecnologías de clasificación. Además, el reciclaje químico tiene el potencial de manejar residuos que no pueden ser tratados por métodos mecánicos, y los empaques a base de biomateriales también podrían reducir la producción de polímeros, según el informe.
En palabras de los responsables del estudio, “al implementar estos mecanismos, pronosticamos que la demanda total de plásticos podría reducirse hasta en 260 millones de toneladas para 2050, en comparación con nuestra perspectiva del escenario base”. Añadieron que las economías desarrolladas de Europa y América del Norte probablemente reducirán el consumo de plásticos a un ritmo más rápido, con una disminución anual del 5% entre 2025 y 2050, en comparación con las economías en desarrollo.
Este informe resalta la necesidad urgente de una acción concertada en la gestión de residuos plásticos y la transición hacia materiales más sostenibles, tanto en economías desarrolladas como en vías de desarrollo, para alcanzar los objetivos globales de reducción de emisiones y sostenibilidad.