La industria del plástico empezó el año enfrentando prohibiciones en varios Estados. Pero esta acción no solo repercutió en México, la realidad es que la prohibición del plástico, sobre todo del mal denominado de un solo uso, fue una gestión que involucró a los gobiernos mundiales. Parecía que el cuadro no podía empeorar. Entonces, desde Asia, se desató una pandemia causada por un virus que en la actualidad no tiene cura, que ha cobrado la vida de más de 400 mil personas y que tiene en cuarentena a casi todo el globo.
Con la llegada del Covid-19 desde China, se cambió totalmente las reglas del juego y la percepción de la industria también. Ante la necesidad de producir equipos e indumentarias médicas que protegieran a los que están en primera línea, el plástico se convirtió en un salvador. Y las razones por las cuales se produjo este cambio en la apreciación de este material, es la misma por la cual se elige en la manufactura de muchos productos: su inocuidad, su impermeabilidad y su sanitización, en caso de ser necesario. Además, muchos de los productos “de un solo uso”, ahora son necesarios para evitar el contagio; entonces se pasó de creer que era un material “malo” a implorar para que se elaborarán más cubrebocas quirúrgicos, pantallas, trajes para médicos, respiradores…
El sector automotor y los fabricantes de envases, las grandes vendedoras de maquinarias, los que hacen materias primas y los que las distribuyen, se han unido para vivir una verdadera transformación, tal como lo está haciendo la sociedad en general. Este espacio le brindará la oportunidad a los más reconocidos directores de las empresas de esta industria para que nos den sus impresiones sobre el Covid-19, las prohibiciones y la industria del plástico. Ángel Oria, director general de Polymat y ex presidente de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC) nos platicó sobre estos temas.
“Yo creo que el plástico ha demostrado las bondades que tiene, no solo para mitigar y proteger a la población del Covid-19 en la actualidad, sino que, anteriormente, era pieza fundamental en distintos sectores como el de salud, el alimentario, el médico-hospitalario, el agroindustrial y el de empaque y embalaje”, así comienza la conversación con Ángel Oria.
El crecimiento de los residuos
Una de las grandes preocupaciones que advierte es el crecimiento de los residuos sólidos urbanos a raíz de la pandemia. “Han crecido a un ritmo de 3 mil toneladas diarias en la Ciudad de México. El problema con estas nuevas toneladas es que todavía no se cuenta con una infraestructura gubernamental que pueda hacerse cargo de ellas. La respuesta está en una adecuada disposición de los residuos sólidos urbanos y en leyes federales en cuanto a las de las mismas. También, en la aplicación del reciclado como parte fundamental de la economía circular. Creo que esas 3 mil toneladas se convertirán en un problema, cuando fácilmente podrían convertirse en un área de oportunidad”.
La industria después del Covid-19
Asegura que la falta de sensibilidad de las autoridades ha crecido y, como resultado, el país enfrenta otro problema: la falta de insumos médicos por parte de todo el personal sanitario. Camilleros, enfermeras y los mismos médicos, tienen que improvisar con los plásticos que tienen a la mano: cortinas de baño, bolsas plásticas, papel film. También, muchas empresas se han transformado durante la pandemia, las que no están haciendo caretas, están fabricando cubrebocas. Otras están haciendo envases para colocar alcohol en gel. Incluso algunas ya no elaboran bolsas plásticas sino mortuorias.
“Los temas sanitarios y sus consecuencias están afectando a todas las industrias de manera general y a las pymes en particular, la del plástico no queda exenta. Posterior a esta pandemia, tendremos que enfrentar una crisis económica que ya se empieza a sentir en la administración de los flujos de caja de las empresas. Por ello es importante hacer un llamado a la solidaridad y al compromiso de la ética moral de los empresarios de no ser disruptivos en la cadena al demorar los pagos. Porque hay que volver a llenar el pipeline, volver a retomar las actividades y transformar nuestros procesos y logística de trabajo para una ‘nueva normalidad’ a la cual nos vamos a enfrentar”, advierte el ex presidente de la ANIPAC.
Asegura que, si antes la vida era poco concebible sin materiales plásticos, hoy es imposible ya que la careta llego para quedarse, así como las mamparas para separar áreas de trabajo, los cubrebocas, entre otros utensilios que se están usando para evitar contagios. “Tenemos que estar conscientes que hay que educar a la gente para que haga una adecuada disposición de todos los productos cuando sean desechados y creo que las autoridades están haciendo poco en ese sentido. Las asociaciones y gremios que aglutinan a los industriales del sector, están haciendo sus campañas mediáticas a través de las redes sociales, de manera que la población se mantenga informada de cómo se deben disponer estos desechos, el manejo en particular que se les debería de dar, cómo deberíamos de estar buscando el reciclaje de los mismos, para que no se conviertan en un foco de contagio”.
Prosigue Oria: “Leí una noticia sobre la cantidad de personal del servicio de recolección de residuos sólidos urbanos que han muerto por contagio de Covid-19, a causa de la falta de equipos de protección, cuando son ellos los que están más propensos a contagiarse al recoger todos los desperdicios. Además, no se está sugiriendo que la disposición deba ser de manera segura, cuando hoy en día existe la solución con bolsas de colores que separan de manera adecuada los desperdicios, no solo para ser reutilizados sino para identificar aquellos que son peligrosos. Por eso creo que las prohibiciones en México desafortunadamente van a regresar cuando acabe la cuarentena”, nos comenta.
Además de la crisis económica, se suma la situación de sobreoferta de la materia prima plástica. “El precio ha llegado a niveles mínimos históricos. Hay varias causas, una de ellas es la caída de los precios del petróleo, porque la cuarentena frenó el consumo, por lo que la OPEP llegó a acuerdos de solo producir 10 millones de barriles diarios”.
¿Hay solución?
El directivo cree que si las asociaciones y cámaras aprovechan esta coyuntura para estructurar una campaña de imagen positiva y educacional en cuanto al plástico, la gente comenzará entender cómo debe usarse y disponerse de estos materiales. “Aprovechamos esta época que estamos atravesando una época de incertidumbre legislativa en cuanto a las leyes y prohibiciones de este material y brindemos soluciones integrales de corresponsabilidad y responsabilidad compartida, la necesidad de infraestructura adecuada y de Leyes Federales que se alineen en una sola forma de integrar de los residuos sólidos plásticos a una economía circular con normas oficiales mexicanas por producto”, asegura Oria.
Polymat y el Covid-19
Asegura que en Polymat se han realizado pruebas al personal (unas 30 en total y todas han salido negativas), han sanitizado las oficinas cada semana y todo el personal está con caretas. Todo el personal considerado como grupo de riesgo se encuentra trabajando de manera remota y en cada centro hay un área donde, al llegar se les toma la temperatura y se les proporciona gel antibacterial, además de firmar un cuestionario sobre su estado de salud y el de sus familiares cercanos. “Los protocolos que implementamos demuestran lo comprometidos que estamos con la salud de todos nuestros colaboradores, sus familias y nuestros proveedores y la salud de nuestros clientes”, asegura Oria. También han proporcionado un protocolo de higiene para el acceso a los visitantes en cada una de sus unidades de negocio. “Hemos sugerido a nuestros prestadores de servicios cómo operar el transporte y el acercamiento a clientes, porque la única forma es con educación y con información. También estamos trabajando en las nuevas formas que se van a implementar una vez que se levante la cuarentena, o lo que será la nueva normalidad”.
El nuevo escenario
Para nosotros, los temas que debemos tratar son varios y debemos garantizar no solo la salud de nuestros colaborados, sino nuestra responsabilidad social con toda la cadena de valor, tanto con nuestros clientes como nuestros proveedores, colaboradores, accionistas. Las oportunidades más allá de la industria del plástico, se presentan para que todos tengamos oportunidades parea ser más eficientes en el manejo del negocio utilizando la tecnología de información que existe hoy en el mercado y elaborar las políticas y procedimientos de su uso.