Según la investigación realizada por la Universidad de Michigan, el método utilizado rediseña la estructura del material, considerando la naturaleza de los plásticos formados por largas cadenas de moléculas enrolladas y enredadas. Esta técnica utiliza un proceso químico para expandir y enderezar tales cadenas moleculares, lo cual da a la energía calorífica una ruta más directa a través del material.
Para el resultado final, los investigadores disolvieron primero en agua un polímero típico, luego añadieron electrólitos a la solución para elevar su ph y volverlo alcalino.
Asimismo, los científicos también manifestaron que el proceso tiene un beneficio secundario: endurece las cadenas de polímeros y las ayuda a unirse de forma más estrecha, lo que facilita la termoconducción.
Este trabajo tiene significativas implicaciones puesto que existen un gran número de aplicaciones de los polímeros en las que la temperatura es primordial.
